El Mercurio Valparaiso – 19 de septiembre
Ante el crecimiento de recaladas de naves de turismo hay insistencia en un muelle especial para esas embarcaciones.
La temporada de cruceros se anuncia con aumento de recaladas en los puertos nacionales. A partir del próximo mes hasta abril de 2020 se esperan 378 arribos, aumento del 22,7% en relación al periodo anterior y la cantidad de pasajeros que llegará en esas naves de turismo superará a las 312.075 de la temporada 2018-2019.
En cuanto a puertos, Arica tendrá un importante aumento en recaladas, pasando de ocho a 17. Por su parte Valparaíso crecerá de 20 a 28, mientras que Punta Arenas recibirá a 69 barcos con turistas.
Para la subsecretaria Turismo Mónica Zalaquett el aumento es resultado “del trabajo que estamos realizando para posicionarnos a nivel internacional como destino de cruceros”. En ese mercado Chile presenta una novedad, la Ley de Cabotaje, que permite a naves extranjeras el transporte de pasajeros entre puertos nacionales.
Para Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo, Fedetur, con esta disposición se posibilita la oferta de cruceros de corta distancia y en ese sentido los brasileños aparecen como usuarios importantes. Así, la apertura del cabotaje posibilita viajes completos o fraccionados entre Arica y Punta Arenas.
El gasto promedio de cada visitante llegaría a US$ 67,9 y en particular en las recaladas en el centro del país sumaría US$ 105,2 por persona. Pero más allá de cifras importantes, uno de los puntos en que insiste tanto la subsecretaria como la representante del sector privado, es en la necesidad de contar en Valparaíso con un muelle para cruceros, proyecto que ha sido desestimado por la estatal Empresa Puerto Valparaíso, EPV.
La verdad es que las obras portuarias son de alto costo, la cantidad de recaladas, en términos generales, es reducida y estacional y el mercado podría ser variable. Nada garantiza que Valparaíso será un destino fijo y creciente de cruceros. Frente a esa realidad está la posibilidad de un muelle multipropósito que permita la recalada de cruceros y también de naves de carga. Hasta los años 60 del siglo pasado recalaban en Valparaíso, con itinerarios regulares, trasatlánticos ingleses e italianos atracando en el Sitio Tres del puerto, habilitado para uso mixto de pasajeros y carga. Por cierto eran otros tiempos y los pasajeros no presentaban las exigencias propias del turismo, pero la experiencia existe y pareciera que en esa dirección hay que avanzar. La misma ejecutiva de Fedetur insistiendo en la necesidad afirma que “si queremos ser un destino de cruceros turísticos, tenemos que tener un muelle de cruceros o multipropósito”. Con esa visión se debe analizar un proyecto que, público o privado, puede interesar tanto al comercio exterior como al turismo reafirmando la vocación portuaria de Valparaíso a veces en entredicho.