La tercera, 21 de abril de 2014
GRAN preocupación ha generado en muchos círculos la noticia sobre la última medida adoptada por el gobierno anterior en materia de turismo, consistente en un decreto, firmado el 10 de marzo, que revoca la designación de Zona de Interés Turístico (ZOIT) a nada menos que 18 conocidos destinos turísticos chilenos. ¿Es correcta esta medida?
El gobierno actuó conforme a derecho, pues el reglamento de 2012 que el mismo gobierno elaboró, exigía a las antiguas ZOIT que, para mantener tal condición obtenida al amparo del decreto 1.224 de 1975, debían iniciar un proceso de actualización de las mismas en un plazo de seis meses.
Pero parece que no todo se hizo como se debía. El mismo reglamento exigía que la Subsecretaría de Turismo informara del plazo a las comunidades locales afectadas por esta posible revocación en un formulario específico para estos efectos. No tenemos constancia de si esto se comunicó oportunamente a las comunidades y municipios correspondientes, pero a juzgar por las reacciones de muchos alcaldes, parece que ese no fue el caso. También es reprobable que los directores regionales de Sernatur no hayan, aparentemente, tomado un rol más activo en defender, apoyar y estimular a las ZOIT existentes para que actualizaran su estatus y mantuvieran su condición.
En realidad, la evolución del turismo a nivel internacional y las condiciones de nuestro propio país exigían poner al día los requerimientos para estas zonas, que ya no podían regirse por normas prevalecientes en 1975. Sin embargo, y como Fedetur lo señalara a las anteriores autoridades, el nuevo procedimiento establecido es engorroso y las ventajas que se otorgan a las zonas declaradas “de interés turístico” no son lo suficientemente atractivas ni para los empresarios e inversionistas, ni para los municipios y comunidades receptoras. Fedetur propuso en su día criterios y mecanismos más expeditos para la designación de ZOIT, requiriendo también el otorgamiento de estímulos a la inversión privada en las zonas que obtengan tal condición, pero no se nos escuchó; la actual situación de derogación es también una oportunidad para revisar los criterios establecidos en el reglamento de 2012. Fedetur aportará y reiterará estos requerimientos nuevamente si se reabre el debate.
También es bueno recordar a los alcaldes que la revocación de la calidad de ZOIT para connotados destinos turísticos chilenos les abre una oportunidad para que, en acuerdo con el sector privado y las comunidades locales, las repostulen.
Esta situación evidencia una vez más la tradicional ausencia de una verdadera prioridad al turismo por parte del gobierno central, de los gobiernos regionales y de los municipios, que esperamos ahora se revierta. La industria del turismo necesita, además de la inversión privada, de territorios y atractivos debidamente protegidos, de infraestructuras públicas que estimulen la inversión y faciliten la llegada de turistas, y por supuesto de autoridades públicas que coordinen su accionar en todo momento, pues son muchas de ellas las que tienen responsabilidades y roles que cumplir en materia de turismo.