El Mercurio, 14 de Agosto 2015.
Señor Director:
La situación del transporte terrestre desde el aeropuerto de Santiago a la ciudad sigue siendo caótica y genera molestias a todos los pasajeros que arriban, además de una pésima primera impresión de Chile para los extranjeros.
Nuestra federación urgió al anterior gobierno a resolver este problema en 2010. Después de numerosos estudios y reuniones con varios ministerios, Carabineros de Chile, sindicatos de taxistas y por supuesto con la empresa concesionaria del aeropuerto, se ideó una fórmula -tal vez no la mejor- para que todos los vehículos con patente de taxi, independientemente de su tipo, pudieran operar, pero siguiendo un cierto orden de llegada, como sucede en la mayoría de los aeropuertos del mundo. También FEDETUR exigió que se informara ampliamente a los pasajeros arribados, tanto en la sala de inmigración como en las salas de espera de equipaje y de control de aduanas, los diferentes tipos de transporte terrestre disponibles y las tarifas aproximadas a distintas zonas de la ciudad.
Desde entonces y hasta la fecha, hemos escuchado muchos anuncios de solución por parte de dos gobiernos, pero no se aprecia prácticamente ningún cambio favorable. Por el contrario, se ha agregado un peaje de $2.300 a los taxistas por utilizar una vía exclusiva, tarifa que ellos traspasan a los pasajeros; no se permite ni siquiera transitar por esa pista a los autos privados que van a recoger a sus familiares, obligándolos a pagar estacionamiento; mientras, los llamados taxistas piratas y sus agentes siguen acosando a los pasajeros que llegan.
Hacemos un llamado a las autoridades pertinentes para que implementen medidas eficaces a corto plazo (no más estudios por favor) para resolver esta vergonzosa y molesta situación, que desprestigia a Chile y su turismo.
Eugenio Yunis, Vicepresidente Ejecutivo FEDETUR