La Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos (RBCH), ubicada en el extremo austral de Chile, se está convirtiendo en el nuevo polo de investigación internacional de cambio climático, dada sus condiciones geográficas únicas. Así lo manifestó Ricardo Rozzi, filósofo y ecólogo a cargo del Programa de Conservación Biocultural Subantártica, en una conferencia organizada por Imagen de Chile.
El académico destacó la importancia de este territorio a nivel global: “La Reserva está ubicada en la zona denominada la ‘cumbre austral del continente americano’, ya que en cuanto a latitud es el área más extrema del hemisferio sur, comparable con el Everest que es la montaña más alta del mundo. Otra peculiaridad es que la Reserva es la única zona terrestre dentro de esta zona latitudinal – el 98% restante es mar- por lo que los estudios realizados en la misma zona del hemisferio norte no son replicables puesto que allí más del 50% es tierra, lo que genera cambios de temperatura muy distintos durante el año”.
Dada la relevancia de este territorio, en el año 2000 se creó el Programa de Conservación Biocultural Subantártica (PCBS), integrado por la Universidad de Magallanes, el Instituto de Ecología y Biodiversidad, la Fundación Omora y la Universidad de North Texas.
Dicho Programa ha impulsado la instalación de los dos nuevos sitios de monitoreo en la isla Hornos y Diego Ramírez, los cuales se suman a la estación de Parque Omora, funcionando desde el año 2000. Dichos puntos forman parte de una red internacional que incluye cinco subredes en 43 países de los 5 continentes, y que permiten medir el cambio climático en todos los tipos de territorio o regiones del planeta.
El Programa también pretende ampliar la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos en 200 millas náuticas al sur de las islas Diego Ramírez, lo que postula la creación de un área marina protegida con reserva y parque marino. Esto permitirá hacer una pesca responsable para los habitantes y potenciar el turismo de navegación ya existente principalmente en la zona de glaciares y en quienes visitan la Antártica.
Cabo de Hornos fue elegido recientemente entre los 100 destinos más sustentables del planeta. Es una gran reserva que considera una superficie de 5 millones de hectáreas, tanto marinas como terrestres, en las cuales se incluyen tres parques nacionales, entre ellos el Alberto de Agostini, al sur de Punta Arenas, y el Cabo de Hornos, vecino a Puerto Williams y el más austral del planeta.
La zona protege miles de diminutas plantas y líquenes que forman “los bosques en miniatura del Cabo de Hornos. Dado que el turismo se ha duplicado en los últimos años, el destino ha creado una nueva actividad de turismo sostenible llamado “ecoturismo con una lupa de mano” para descubrir, disfrutar y apreciar los aspectos ecológicos, económicos, estéticos y los valores éticos de los pequeños los organismos no percibidos comúnmente.