La mejor forma de conocer las ciudades es caminar por sus calles y Santiago está estructurado por muchos barrios que se conformaron por las distintas formas de interacción social. Algunos de estos barrios ofrecen una calidad arquitectónica de gran valor y se han convertido en íconos de la ciudad.
En el centro de Santiago, donde se ubican el palacio de gobierno, la Plaza de Armas, la Catedral y la mayoría de los edificios de la administración pública, existe una red de galerías comerciales únicas en las principales manzanas de la zona instaladas ahí desde el siglo XIX.
Según estimaciones hay 27 galerías en los espacios comerciales comprendidos en el cuadrante de la Alameda (principal avenida santiaguina) y las calles Amunátegui, Santa Lucía y Santo Domingo. Un proyecto busca rescatar la historia de estas tradicionales galerías y convertirlo en un recorrido patrimonial, por donde transitan millones de peatones diariamente.
Recorrer algunas de ellas es repasar parte de la historia de la ciudad y desde el punto de vista arquitectónico y urbanístico el visitante puede apreciar cómo han ido evolucionando los locales comerciales, la exhibición de las mercaderías y la animación urbana. En algunos casos se han conservado los letreros originales de las tiendas y las formas de las escaleras, muros y neones. La aparición de este tipo de construcciones se remonta a 1850. En esa época se inauguró la Galería Bulnes (actual Pasaje Matte). El gran auge vendría a principios de los años 30, gracias al impulso del arquitecto austríaco Karl Bruner, autor del Barrio Cívico de la capital chilena.