Ruta obligada de restaurantes, Santiago, la puerta de entrada a Chile, mezcla tradiciones y costumbres locales con globalización.
La ciudad capital es atractiva para ser visitada en cualquier época del año, aunque en el último tiempo se ha consagrado como lugar obligado para aquellos más sibaritas, siendo reconocida en algún momento como ‘el destino gastronómico emergente’ y con varios chefs ya en lista de los 50 Mejores de América Latina. La capital de Chile tiene de todo en sus alrededores para extasiar al visitante, sin importar la temporada.
En el verano, que se inicia en diciembre, las playas cercanas están a tan sólo una hora de la capital chilena; el otoño (marzo) lo inauguran las tradicionales fiestas de la vendimia en sus diversos alrededores; en el invierno se impone el turismo termal y de nieve; y en primavera (septiembre), las Fiestas Patrias abren paso a soleados festivales artísticos.
Actualmente la temperatura más cálida fomenta a que todo Santiago se vuelque hacia las terrazas y miradores que regalan las mejores puestas de sol acompañada de una colorida Cordillera de Los Andes, lo que se potencia con el suculento boom gastronómico que la capital de Chile está viviendo en estos momentos.
Santiago está cerca de unirse a Lima, Buenos Aires y Sao Paulo, como un lugar de vanguardia culinaria. Prueba de ello, es que en el último ranking William Reed, de los 50 Mejores Restaurante de América Latina, ya incluye 5 restaurantes chilenos en su listado entre ellos el restaurante que ostenta el título del Premio al Restaurante Sustentable.
La oferta gastronómica de Chile es variada, puede ser rústica o sofisticada, minimalista o abundante, con una mirada muy revisionista respecto de la cultura y las tradiciones familiares, buscando a la recuperación de productos endémicos, condimentos y técnicas utilizadas por los diversos pueblos originarios del territorio.